Thursday, March 24, 2016

Por fin en el desierto de la Tatacoa

Hola a todos:

Desde hace bastante tiempo me andaba rondando la idea de ir al desierto de la Tatacoa y hoy por fin puedo decir, ¡¡que lo he disfrutado!!

Realmente, no me fue difícil encontrar información sobre el lugar, sin embargo, las páginas que encontré aún cuando tenían buena información estaban desactualizadas. Así que aquí les traigo la información.


Información Básica para llegar:


- Queda en el departamento del Huila, cuya capital es Neiva. Desde ahí pueden tomar buseta que los lleva hasta el pueblo de VillaVieja o irse en carro particular.
- El pueblo de Villa Vieja es la población más cercana.
- Es una región caliente. Llevar ropa cómoda y bloqueador solar.
- Todo el trayecto está pavimentado hasta el observatorio Astronómico (Que queda después del pueblo).
- No necesitan hacer reserva para hospedaje, a menos que sea temporada alta como Semana Santa.
- El Internet en Villa Vieja no es bueno. En el desierto no hay.
- La energía en el desierto es escasa. Muchos trabajan con paneles solares, lo que sugiero es que lleven baterias extra si les gusta la tecnología.
- Pueden encontrar hospedaje en el pueblo de Villa Vieja con Aire Acondicionado, también pueden dormir en el desierto en ranchos (habitaciones sin aire a partir de 25000 pesos colombianos) o en carpas en lugares específicos.
- POR FAVOR NO DEJAR BASURA EN EL LUGAR.
- El Observatorio empieza su servicio de conocer las constelaciones a cielo abierto y observaciones por telescopio después de las 7 p.m. El valor de la entrada en el 2016, es de 10.000. ¡Vale la pena!
- No se requiere mucho dinero para ir.
GUÍA RECOMENDADO para que te muestre el desierto y te ayude a ubicar donde pasar la noche: Juan Tatacoa. Puedes contactarlo en: motocarrotatacoa@hotmail.com - 310 3019756



Bueno ahora sí les cuento la experiencia y las actividades que hay para hacer allá:

Lo primero que les puedo decir es que llegar se nos hizo eterno porque hay un buen pedazo largo sin nada incluso con mala señalización, lo que provocó que nos perdiéramos. Sin embargo, a medida que vas avanzando vas viendo como la vegetación va cambiando y la temperatura va subiendo. Nos perdimos porque hay que voltear a la izquierda al pasar una población que se llama Fortalecillas, pero el letrero lo tapó un anuncio político, así que nosotros seguimos derecho hasta Tello, cuando llegamos a la población de Tello, una señora muy querida, nos dice ¡Se pasaron! y nosotros nos miramos con desilusión. El caso es que nos regresamos y tomamos la vía que era. Sin embargo, el trayecto era bastante largo y tiene poca señalización y sin casas o pobladores cerca, lo que provocó que nos preguntáramos sí íbamos bien hasta que una camioneta que vimos nos afirmó que sí, que tranquilos. Finalmente llegamos a VillaVieja y llamamos a Juan Manuel, quien lo encontré indagadando por Internet acerca del lugar y recomendado por la página del observatorio astronómico del desierto de la Tatacoa.

Él es a quien se le conoce en el lugar como Juan Tatacoa. Fue clave, no sólo para que nos ubicará donde pasar la noche - ya no había disponibilidad esa noche en varias partes - sino para que nos diera datos claves del desierto y nos llevará a dar caminatas dentro de él. Ya eran casi las 6 p.m. y queríamos ubicar rápido donde quedarnos e ir a la charla del observatorio, así que él nos resolvió rápidamente.


Dormimos en el desierto, en un rancho llamado La Guaca. Debido a que el grupo con el que iba no era muy simpatizante de las carpas, no llevamos y decidimos por una habitación al interior del desierto. Así que hay opciones para todos, como les mencioné anteriormente.

Lo primero que notarás es que hay mucho extranjero, más que visitantes nacionales. El ambiente es agradable, tranquilo y seguro. Lo primero que disfruté fue estar bajo un cielo abierto, estrellado y un aire caliente pero liviano. La gente muy querida. Te abren las puertas y las dejan tan abiertas como los paisajes.

Eran las 7 p.m. y ya estábamos haciendo la fila para entrar al observatorio, y fue ahí que nos dimos cuenta la cantidad de gente reunida en el lugar. No habíamos visto muchas personas, pero ahí vimos la conglomeración de visitantes de varias nacionalidades.

Al entrar, el astrónomo dispuso de dos telescopios (Para la luna y Jupiter) y unos binoculares (Para las Pleiades). De acuerdo a la temporada del año, uno puede observar ciertos astros, sin embargo hay uno que siempre se roba la atención. Hablo de la Luna. Selene se mostró luminosa y redonda, plateada, casi blanca en donde pudimos apreciar no solo sus cráteres sino sus mares. Aprendimos a distinguir el de la tranquilidad y el de la fecundidad.




Igualmente conocimos al planeta gaseoso de Jupiter, que se robaba el protagonismo en el cielo estrellado como un punto grande y brillante a cierta distancia de la luna. Apreciamos algunas particularidades como sus líneas, representaciones de las estelas de sus movimientos y que sus gases son mas veloces en el centro que en los extremos.


Mientras hacíamos la fila para ver a Jupiter, la Luna y las Pléyades, en ese orden, con un apuntador potente el astrónomo nos dibujaba las figuras de las constelaciones y con su amplia voz, nos enseñaba las particularidades de lo que veíamos y nos perdíamos en la ciudad, de las muchas incógnitas del universo y de las equivocaciones que el hombre ha tenido a lo largo de la historia. También nos dio nombres de colombianos celebridades en el mundo astronómico, Sergio Torres Arzayús y Adriana Ocampo Uría.




Ese día llenos de cielos, estrellas, planetas y hoyos negros, disfrutamos de la brisa suave de la noche mientras dormimos. Al otro día, nos despertamos antes que la aurora para ver el amanecer al interior del desierto. Juan Tatacoa, nos llevo a miradores y laberintos y vimos como el Sol se fue apoderando del paisaje. Con él aprendimos que la Tatacoa tiene tres regiones: El Cusco (tierra roja debido a los minerales fósforo y zinc), Betania y Hoyos (tierra gris) y Cardón (tierra gris con rojo).




El desierto se extiende hasta donde llegue los límites de la vista conformado por 370 km2 de bosque tropical seco, ya que se le llama desierto pero en realidad es el tipo de bosque mencionado. En él podemos apreciar formaciones de tierra de diferentes tamaños, las cárcavas son montañas pequeñas y estoraques o testigos, montañas altas.




A medida que vas caminando encontrarás en especial 3 tipos de vegetación, las almohadas de suegra, una especie de cactus redondo y pequeño; los candelabros, cactus altos y delgados; y los Arepo o Mickey Mouse, que son cactus medianos cuyas hoyas son circulares y aplanchadas, como una arepa o las orejas del ratón más famoso del mundo.


Importante....tienen unas espinas de padre y señor mío....mejor aplicar la regla de mirar y no tocar. jejeje






Para terminar 4 horas de caminata, nada mejor que tomar un baño en las piscinas al interior del desierto. el agua es fresca y natural. Ingresar a ellas tiene un precio de 5000 pesos pero quedarás renovado.


Podrás disfrutar del desierto, cuantos días desees. Hay otras actividades, como montar bicicleta.




Espero se animen y lo disfruten, es de los lugares naturales que más han sorprendido a mis ojos.


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